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15 min

Cirugía para la fascitis plantar: todo lo que te interesa saber

Cirugía para la fascitis plantar
Kim Van Deventer
Feb 6, 2024
Editado médicamente por
Maryke Louw
La fascitis plantar rara vez se opera, pero cuando la cirugía es necesaria, es bueno que conozcas tus opciones, las ventajas y las desventajas, y qué puedes esperar a continuación.

En la mayoría de los casos, no es necesario operar la fascitis plantar. Sin embargo, un pequeño porcentaje (5 %) de las personas afectadas pueden tener que pasar por el quirófano para mejorar sus síntomas.

¿Cómo saber si necesitas una operación? ¿O qué método de cirugía será el más efectivo para ti? ¿Es una solución realmente efectiva? ¿Cuánto tardarás en recuperarte?

Vamos a repasar detenidamente qué implica la cirugía para la fascitis plantar e intentaremos responder a estas preguntas básicas.

¿Cuándo se convierte la cirugía en una opción de tratamiento para la fascitis plantar?

La cirugía solo debe plantearse si:

1
La fascitis plantar no mejora tras unos 6 a 12 meses de tratamiento conservador.
Se incluyen ejercicios de fuerza y estiramientos, con modificación de la actividad y uso de órtesis
2
El dolor afecta mucho a la calidad de vida.
3
Te cuesta realizar tus actividades diarias o trabajar a causa del dolor.

Tu médico decidirá si operar es lo más recomendable según tus síntomas y tu situación.

¿Por qué los médicos normalmente aconsejan esperar 12 meses antes de considerar la cirugía como opción? Los motivos son los siguientes:

  • Un tipo de cirugía cambia la forma en qué funciona el pie y la pierna, lo que supone una dificultad añadida para tu recuperación. Por tanto, lo mejor es esperar y ver si puedes recuperarte sin alterar ninguna función.
  • La fascia plantar está básicamente compuesta por fibras de colágeno. El tejido del colágeno tarda mucho en repararse y fortalecerse. De modo que tienes que dar tiempo suficiente para que los ejercicios y otros tratamientos que estés probando (p. ej., llevar zapatos con mayor soporte u órtesis) funcionen.
  • La mayoría de personas con fascitis plantar experimentan una mejora notable en los síntomas a los 12 meses. Es decir, la cirugía es necesaria en muy contadas ocasiones.

Si te preguntas si con tu plan de rehabilitación ya es suficiente, te podría resultar útil consultar nuestro plan de tratamiento para la fascitis plantar de la aplicación Exakt Health. La puedes el programa está diseñado a partir de las conclusiones de los últimos estudios.

Icono de la fascitis plantar
Planes de tratamiento basados en evidencias para la fascitis plantar
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Mujer echando un vistazo a la aplicación Exakt Health

¿Cómo ayuda la cirugía para la fascitis plantar?

Al operar la fascitis plantar, lo que se pretende es reducir la tensión en la fascia plantar, directa o indirectamente, para aliviar la molestia y dejar que este ligamento se recupere.

Para tratar casos crónicos de fascitis plantar, se emplean distintos métodos quirúrgicos. El tipo de operación que elija tu cirujano dependerá de tu estado y tus síntomas específicos.

Distintos tipos de cirugía para la fascitis plantar

Los dos métodos quirúrgicos más comunes para liberar tensión en la fascia plantar son:

  1. Cirugía para liberar la fascia plantar: fasciotomía (abierta y endoscópica)
  2. Cirugía para liberar el gemelo: liberación proximal del gemelo medial (MPGR) aislado

Cirugía de liberación de la fascia plantar (fasciotomía plantar)

¿Qué es la fasciotomía plantar?

La fasciotomía plantar es un tipo de intervención que implica cortar el ligamento de la fascia plantar para liberar su tensión.

El procedimiento se puede realizar mediante cirugía abierta o vía endoscopia (con una pequeña cámara que guía el proceso quirúrgico). Con ambos tipos de intervención, se suele aplicar anestesia general o local con sedación (un medicamento que te hace dormir).

anatomía de la fascia plantar

Fasciotomía plantar abierta

La cirugía abierta para la liberación de la fascia plantar suele realizarse en un hospital. El cirujano realiza una pequeño incisión (de unos 2,5 a 5 cm) en el talón para acceder a la fascia plantar y liberarla.

También podría aflojar los nervios contraídos o eliminar las protuberancias óseas o espolones.

Fasciotomía plantar endoscópica

Por lo general, mediante la cirugía endoscópica se hacen dos pequeñas incisiones (de aproximadamente 1 cm de largo) en uno de los lados debajo del talón.

A continuación, por estas incisiones se introducen un endoscopio (una cámara pequeña) e instrumentos especiales para liberar la fascia plantar.

Cirugía endoscópica y abierta para la liberación de la fascia plantar

Con ambos métodos se obtienen buenos resultados, pero la cirugía endoscópica es menos invasiva porque implica cortes más pequeños. El problema de estos cortes más pequeños es que el acceso y la visualización de la zona afectada son menores, algo que frena a muchos cirujanos.

Por tanto, si bien la alternativa con endoscopia es menos invasiva, los cirujanos suelen preferir la cirugía abierta. Les permite acceder al punto exacto, para realizar una liberación más segura y precisa de la zona.

Resultados y cifras de éxito de la cirugía para la liberación de la fascia plantar

De un primer vistazo, las evidencias sobre la cirugía para la liberación de la fascia plantar son positivas. Apuntan a que este tipo de intervención puede servir como tratamiento eficaz para la fascitis plantar crónica. Arrojan índices de satisfacción altos y mejoras importantes en el dolor y la recuperación de la funcionalidad.

No obstante, incluso a la luz de estos resultados aparentemente buenos, las evidencias no son del todo concluyentes. Por ejemplo, muchos estudios carecen de grupo de control (un grupo de pacientes que no se operaron). Y por lo general solo se estudia a los pacientes después de realizada la intervención.

Por tanto, es difícil saber si las mejoras fueron resultado de la cirugía o si el paciente habría mejorado igualmente sin haberse sometido a ninguna operación.

Recuperación tras la cirugía para la liberación de la fascia plantar

Fasciotomía plantar endoscópica

El tiempo de recuperación para una cirugía endoscópica varía según la situación, pero por lo general es de 3 semanas a 3 meses.

¿Y después, qué?

  • Tras la cirugía, conforme a las recomendaciones del médico, no deberás cargar con mucho peso al caminar
  • Tendrás que esperar de 1 a 2 días para poder llevar un calzado normal
  • Te quedará alguna cicatriz pequeña
Probablemente tengas que llevar una bota tras la fasciotomía plantar

Fasciotomía plantar abierta

El tiempo recuperación tras una cirugía abierta es de entre 6 a 10 semanas, pero puedes tardar hasta 7 meses en recuperarte según tus circunstancias y estado.

¿Y después qué?

  • Durante unas 2 o 3 semanas, tendrás que llevar una bota, escayola o zapato especial para no cargar el pie mientras te recuperas
  • Tendrás que volver a la consulta para que te quiten los puntos o la escayola
  • Te quedará una cicatriz pequeña en la zona de la incisión

Tras la operación, cuando tu médico te indique que no hay riesgo alguno, es muy importante empezar con un programa de ejercicios progresivos para ir estirando y trabajar la fuerza en la zona. De este modo, la fascia plantar se recuperará antes y se fortalecerá, y con ella los músculos de la cadera y la pierna que la sujetan.

Riesgos de la cirugía para la liberación de la fascia plantar

Uno de los riesgos más significativos que los investigadores asocian con la liberación de la fascia plantar es el cambio permanente en la morfología del pie.

La fascia plantar ayuda a formar el arco natural del pie, es un ligamento que lo sujeta cuando estás de pie, andando o corriendo.

Si con la cirugía este ligamento se afloja demasiado, parte del mecanismo de soporte natural del pie se pierde. Por tanto, la función de amortiguación y "soltar carga" se reduce. Esto puede ocasionar problemas a largo plazo en el pie y otras zonas del cuerpo.

Además, también podría suceder lo siguiente:

  • El dolor vuelve o empeora
  • Dolor en el arco o la parte exterior del pie (dolor en la columna lateral)
  • Molestias en la cicatriz (en la zona del corte)
  • Un pequeño riesgo de infección por la cirugía y lesión en el nervio, que puede dejar el pie entumecido.

Cirugía de liberación del gemelo

La retracción o el acortamiento de los gemelos pueden reducir la dorsiflexión del tobillo, es decir, resulta difícil doblar el pie hacia arriba, y esta condición está relacionada con un mayor riesgo de sufrir fascitis plantar. En ocasiones, los estiramientos por sí solos no bastan para alargar los músculos del gemelo y reducir así la tensión en la fascia plantar.

La cirugía de liberación del gemelo alarga y reduce la tensión de este músculo y libera el movimiento del tobillo sin interferir en la función del pie, como con la liberación de la fascia plantar.

Hay varios tipos de cirugías de liberación del gemelo. Algunos son más invasivos que otros, y los tiempos de recuperación también difieren.

Según los estudios, la liberación proximal del gemelo medial (MPGR) aislado es la intervención más segura y eficaz.

Anatomía del tendón de Aquiles y los gemelos

Liberación proximal del gemelo medial aislado

¿Qué es la liberación proximal del gemelo medial (MPGR) aislado?

Los gemelos comprenden dos músculos principales: el gastrocnemio y el sóleo. El músculo gastrocnemio tiene dos partes: la cabeza medial (interna) y la lateral (externa). La cabeza medial es más grande y contribuye más a la retracción de los gemelos.

Mediante la intervención, el cirujano realiza una pequeña incisión, de unos 2 cm de largo, detrás de la rodilla (por la cara interna). Seguidamente, corta y afloja el tejido conjuntivo del gemelo medial. El efecto es que el músculo se alarga y relaja.

Ya que la fascia plantar se conecta a los gemelos por una red de tejido conjuntivo, al liberar la tensión del gemelo, también se reduce de forma indirecta la tensión en la fascia plantar.

La cirugía de liberación proximal del gemelo medial aislado para la fascitis plantar supone cortar la parte interna superior del músculo gastrocnemio.

Resultados e índice de éxito

Los resultados de la liberación proximal del gemelo medial suelen ser muy buenos. La recuperación es rápida y hay poco riesgo de complicaciones.

En un estudio se informó de un índice de satisfacción del 90 % al año de la cirugía, con mejoras notables en la función y el dolor de los pacientes.

Un estudio demostró que más del 80 % de los pacientes experimentaron un alivio importante en el dolor o su desaparición en el plazo de 3 años. Es interesante apuntar que prácticamente el 60 % de estos pacientes mejoraron en las primeras 1 a 2 semanas, mientras que el resto experimentó esta mejoría a los 3 o 6 meses.

Aunque el estudio parece positivo, se necesitan datos más concluyentes para confirmar si esta cirugía ofrece buenos resultados reales y si es mejor que otras.

Recuperación tras la liberación proximal del gemelo medial aislado

Por lo general, suele ser más rápido recuperarse de la liberación proximal del gemelo medial que de una intervención para liberar la fascia plantar.

Un estudio demostró que los pacientes:

  • Podían soportar peso justo después de la cirugía conforme a su nivel de tolerancia, con un calzado abierto postquirúrgico durante las dos primeras semanas
  • Se les animó a usar calzado normal a partir de la segunda semana si podían
  • Pudieron volver al trabajo tres semanas después de la operación (en un margen de 1 a 12 semanas)
  • La mayoría reanudaron la práctica deportiva pasadas unas 5 semanas
  • Todos retomaron sus actividades anteriores
  • Tuvieron que hacer ejercicios recomendados tras la cirugía durante seis semanas

¿Y después qué?

  • Tras la cirugía, se inmoviliza la zona y se regresa a casa ese mismo día
  • Se evitarán actividades que carguen los gemelos o la fascia plantar (como correr y saltar)
  • Notarás algo de dolor, hinchazón, debilidad y dolor muscular (unos síntomas que desaparecerán en un par de semanas)
  • En cuanto el dolor te lo permita, harás ejercicios especiales para los gemelos, para evitar que aparezca una cicatriz queloide y para recuperar la fuerza. Todo bajo la supervisión de tu médico

Riesgos de la cirugía de alargamiento de los gemelos

La liberación del gemelo medial es un procedimiento sencillo con pocos riesgos. No obstante, como con todas las operaciones, puede presentar complicaciones. Se incluyen:

  • Poca o nula mejora de los síntomas (error en la operación quirúrgica)
  • Ligera pérdida de potencia muscular
  • Un riesgo pequeño de infección, hemorragia, lesión del nervio o trombosis venosa profunda (TVP)

Comparación entre la cirugía del gemelo y de la fascia plantar

El estudio demuestra que ambas intervenciones ofrecen resultados alentadores para tratar la fascitis plantar crónica.

Sin embargo, la liberación de la fascia plantar es más invasiva, implica riesgo de pérdida de potencia de la función del pie y su recuperación es más lenta que con la intervención para liberar el gemelo medial.

Además, si la fascitis plantar obedece a una contracción de los gemelos y la dorsiflexión reducida del tobillo, es poco probable que la cirugía para liberarla mejore tus síntomas. En este caso, la liberación del gemelo medial puede ser mejor opción.

Ventajas y desventajas de la cirugía para la fascitis plantar

Ventajas de la cirugía para la fascitis plantar

1
Alto índice de éxito.
2
Te da otra opción cuando otras alternativas han fallado.

Desventajas de la cirugía para la fascitis plantar

1
Los costes asociados a una intervención quirúrgica.
Los gastos médicos, la baja en el trabajo
2
Inconveniente de no poder cargar el pie.
No poder conducir ni llevar calzado normal durante un tiempo
3
Riesgos y complicaciones posibles (error en la operación quirúrgica, empeoramiento de le la lesión, problemas en el pie).
Error en la operación quirúrgica, empeoramiento de la lesión, problemas en el pie
4
No evita que puedas volver a desarrollar fascitis plantar.
Incluso después de operarte, tendrás que continuar con algún tipo de tratamiento conservador para evitar que reaparezca

Conclusión

La cirugía para la fascitis plantar debe considerarse como último recurso, solo cuando el resto de tratamientos conservadores han fallado.

Las dos cirugías más comunes para la fascitis plantar son la fasciotomía plantar y la liberación proximal del gemelo medial. Ambos procedimientos tienen un elevado índice de éxito, pero la liberación del gemelo implica menos riesgos y la recuperación es más rápida.

Es fundamental ser conscientes de que la cirugía no es una cura definitiva para la fascitis plantar, independientemente del tipo de intervención al que te sometas.

Para una recuperación óptima, es muy importante preparar el cuerpo para retomar las actividades deportivas. Un programa de rehabilitación por fases puede ayudarte. Puedes fortalecer poco a poco los músculos y mejorar la flexibilidad mientras te recuperas. Y te ayuda a evitar lesiones en el futuro.

¿Necesitas ayuda para recuperarte de la fascitis plantar o volver a practicar deporte tras la operación? Si es así, la aplicación Exakt Health puede ofrecértela.

Icono de la fascitis plantar
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Kim Van Deventer
Kim Van Deventer es una escritora independiente de temas sanitarios y estratega de contenidos digitales para empresas sanitarias y agencias de contenidos médicos. Ha trabajado como fisioterapeuta durante más de 14 años, especializándose en la rehabilitación de lesiones deportivas, el tratamiento del dolor crónico y la salud de la mujer. Kim combina su experiencia clínica y sus conocimientos de marketing digital para crear contenidos relevantes y útiles que mejoren la vida de los pacientes.
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